UN MUNDO DESINFORMADO

¿Un mundo, mi mundo o nuestro mundo?


Cada vez es más y más fuerte la sensación, vivo en un mundo desinformado, o debería decir ¿negligente? Ya no sé si es la pereza o la avaricia la que os ciega o el estatus de superioridad… Sea lo que sea, no quiero dejarlo ser.

Día tras día, me encuentro con un montón de situaciones en las que las explicaciones o respuestas que obtengo acerca de las dudas que se me plantean, son etéreas. Son tan volátiles que del 100% únicamente extraería el 1%.

¡Vaya rendimiento dirían algunos!

¿No os pasa? Que cuando necesitáis la ayuda de alguien o mismamente una solución en ‘Google’ podéis pasaros una tarde entera sentados frente al ordenador y no encontráis lo que realmente buscáis.

¡Bendito san Google dirían otros!

Y no es que quiera que alguien me lleve hasta el final del camino agarrado del brazo y al llegar me dé una palmadita en la espalda. Simplemente una luz a través de este bosque negro y oscuro.

¡No me des una caña, enséñame a pescar!

También existe otra situación bastante graciosa a la cual yo llamo ‘El remitente’. En esta el sujeto solo hace más que derivarte a otra persona o lugar creándose un círculo vicioso (que para vicioso ya estás tú, que les haces caso).

Os pongo ante un ejemplo:

¿Quieres usted este cupón de descuento? Entonces haga click en este enlace. (Tu, que estás en tu casa y ves ese anuncio asombroso con mil colores llamativos piensas: ‘Voy a pinchar que seguro que algo me ahorro’. Y pinchas y se te abre una nueva ventana con otro anuncio en el que te dice que tienes que esperar 10 segundos para obtener el cupón (Los esperas, son solo algunos segundos, piensas).

Tras la espera ves que la página ha cambiado y ahora es a) Una página porno b) Un videojuego c) Más publicidad. (Te empiezas a mosquear) Supongamos que estamos ante la situación b). De repente toda tu pantalla se ha transformado en un juego para tu móvil en el que tienes que combinar bolas de colores para conseguir puntos (El cabreo aumenta). Intentas dar atrás pero no funciona porque toda tu pantalla está cubierta por ese estúpido juego, entonces en la esquina superior izquierda aparece una cuenta atrás 10, 9, 8, 7… (¿Otra vez?). De nuevo esperas y suspiras.

Finalmente aparece una diminuta cruz en la esquina superior derecha (Más pequeña, imposible….) Y tú la punta del dedo das suavemente con el miedo de no acertar y pinchar en el maldito juego. No aciertas (obvio). Tu móvil te redirecciona al Play Store/App Store. (Te empieza a temblar el ojo). Das atrás y no hay manera. Te sales y vuelves a repetir el proceso. ¡Aleluya, esta vez no hay juego y consigues llegar a la página! Comienzas a buscar entre toda la basura de la web donde está escondido el dichoso código. Diez minutos después lo encuentras. (Te sientes orgulloso). Copias y pegas el cupón en la página de compra y das a comprar. Un mensaje aparece: ‘Este cupón ha caducado’

Veis, esto es una bonita historia de cómo perder el tiempo cuando no dispones de él. (Compártela y suscríbete a mi blog). Podría pasarme así noche y día, poniendo ejemplos de engaños y estafas (teléfonos de atención al cliente de compañías telefónicas, anuncios en televisión, prensa, mi querido Facebook que me tiene más controlado que mi madre…).

El problema en la mayoría de ocasiones, está en que a esto según ‘La Ley’ no se le puede clasificar como ‘engaño’,  ya que nuestras majestades van ocultando la información que saben que buscas con el objeto de ver  ‘quien cae y quien no’, ‘quien compra y quien cierra la pestaña’. Eso lo saben muy bien los de Amazon que te ponen en letra tamaño 20 las opiniones de los compradores y en tamaño 5 la descripción del artículo. (Un diez para los de Marketing).

De esta forma vivimos, desinformados, desesperados, al borde del abismo. No todo es internet, muchas veces son las personas.

Y tú lector ¿Vives en el mismo mundo que yo? ¿Habéis tenido alguna experiencia similar? Contadme.

©Adrián de la Fuente Ballesteros.

5 comentarios en “UN MUNDO DESINFORMADO

  1. Francisco Bravo Cabrera septiembre 25, 2019 — 5:22 am

    Has captado muy bien la quintaesencia de nuestra civilización. Para evitar ese mosqueo solo hay que dejar a un lado la tecnología, sin ignorarla, sino utilizarla para cosas necesarias y no para tonterías. Hoy en día usamos los smartphones como si fueran partes biológicas o addendums al cerebro. Escribes muy bien y nos presentas buenos argumentos y buenos temas. Gracias mil!

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      1. Francisco Bravo Cabrera septiembre 25, 2019 — 9:46 am

        Venga, gracias

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  2. Yo fui a un curso financiero (para aprender sobre como manejar finanzas personales) que resultó en un lavado de cerebro, unos rituales para atraer el dinero, mucho control emocional y como no una inocente petición de donación de dinero para los niños de Africa 😱😄😄 todo friamente calculado jajaja ahora me río del circo pero en verdad estaba anonadada de la respuesta de las personas

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